Todos queremos hacer cosas, y hacer cosas bien. No es descabellado pensar que la mayoría de las personas quisieran hacer a la perfección aquellas cosas que hacen.
Que menos. Ya que estamos, hagámoslo bien.
Pero esta búsqueda de la perfección es más un lastre que un incentivo. Y hoy veremos por qué
La psicología que esconde la perfección.
Estamos hartos de escuchar que X persona es perfecta en alguna cosa que haga.
Hay deportistas que sabes que verlos fallar es más difícil que tocarte el euromillones.
Hay gamers que parecen robots. Los errores son un mito para ellos.
Hay científicos, artistas, profesores, bailarines... que verlos en su campo es una gozada. Nacieron para eso.
Sin embargo, esto sólo está al alcance de unos pocos entre los miles de millones de personas que vivimos en la Tierra.
El resto de las personas somos lo que comúnmente se conoce como ‘‘simples mortales’’.
Y es que vivimos nuestras vidas normales y corrientes, pero difícilmente acabaremos destacando a gran escala en algo.
Ojo, que soy de la opinión de los que dicen eso de que el que la sigue la consigue.
Si de verdad te lo propones, llegarás lejos. Quizás no llegues a ser perfecto. Pero llegarás más lejos que el 99,99% de la gente. Y eso ya es para sentirse orgulloso.
Pero obviamente no es un camino fácil, ni sencillo, ni es algo que todo el mundo sea capaz de soportar.
Y ese es el problema de muchos de nosotros.
Creer que podremos alcanzar ese nivel es mentirnos a nosotros mismos. No solemos tener la mentalidad adecuada para ello. Y buscar algo que jamás encontraremos es ponernos piedras en nuestro propio camino de la vida.
Si, por poner un ejemplo, crees que entrenando a diario 7 horas diarias vas a ser el próximo Leo Messi, Cristiano Ronaldo; o alguno más actual; el próximo Erling Haaland; permíteme decirte que si no lo eres ya, difícilmente lo llegues a ser.
Todo el que llega a ser una leyenda en su ámbito de actuación es gracias a algo innato que tienen en su interior. Están destinado a ello.
Podrás practicar, entrenar, estudiar, ensayar todo lo que quieras. Y podrás llegar a ser alguien de reconocimiento mundial si peleas por ello. Pero para posicionarte en el Hall of Fame vas a necesitar algo más.
La perfección como obstáculo para conseguir tus objetivos.
Este ideal de la perfección hace que las personas empecemos a hacer una diversa multitud de cosas, obviamente con el objetivo de hacerlo bien.
Si no, para qué hacerlo.
Pero esto nos provoca que, si no tenemos bien planteado el camino y somos conscientes de la inmensa cantidad de adversidades que vamos a tener; a la primera de cambio fallemos.
Y ya no hablo de conseguir ser conocido mundialmente en cualquier aspecto. Hablo de cosas sencillas y del día a día de cualquier persona normal y corriente.
Si quieres ponerte a dieta, es más fácil que falles si buscar no fallar ni un solo día.
Si quieres ponerte en forma, es mas probable que abandones si no quieres faltar ni una vez a tu entreno.
Si quieres abrir un negocio, vas a cerrar como tengas en mente facturar cientos de euros desde el inicio.
En nuestra búsqueda de la perfección, al minimo error; nos autosaboteamos al ver que no vamos a poder conseguirlo.
Lo que empezó siendo algo con la mejor intención del mundo, acabó siendo el verdugo de nuestra ilusión.
Por tanto, salvo casos excepcionales, no busques la perfección. Llegarás más lejos.
Más no siempre es mejor
Aquí es donde entra el sentido común en juego.
Si estás buscando conseguir algo, obviamente hazlo lo mejor posible. Pero que eso no llegue a obsesionarte.
Si estás en busca de mejorar tu estado físico, no tires todo por la borda por estar unos días sin controlar lo que comes o sin entrenar.
Tienes que disfrutar de tus dias de vacaciones, desconectar cuando hagas quedadas especiales con tus amigos o pareja, y descansar si te pones enfermo y no puedes continuar con la rutina.
Pero esto es algo que afecta a todos. Estudios, trabajo, entrenamiento, hobbies, lectura, amistades…
Nada va a ser perfecto. Nunca (o casi nunca). Por lo que no trates de buscarla, solo hará que empeores la situación.
Parafraseando a una persona que me encanta leer y a la que sigo desde hace tiempo (Alberto Álvarez, más conocido como TheMacroWizard), la búsqueda de la perfección es algo así como:
He pinchado una rueda, así que voy a reventarlas todas.
He vertido unas gotas rojas en el Mar, así que ahora el Mar es de color rojo.
Son cosas absurdas, pero que mucha gente hace más de lo que cree. Seguro que conoces algún caso como el siguiente.
Llevo 4 días sin ir al gimnasio, así que ya para qué ir; he perdido todo el progreso.
Me he comido 2 trozos de pizza, ya que he destrozado la dieta me como los otros 6.
Son cosas que ocurren, y ocurren a menudo. Pero si te paras a pensarlo son cosas ilógicas que vienen provocadas por esa búsqueda de hacer las cosas perfectas.
¿Verdad que no dices?: Este mes no he ganado los 3.000€ que suelo ganar con mi negocio, así que lo cierro por quiebra.
Pues así debes hacer con todo.
Haz cosas, busca hacerlas bien, lo mejor posible. Pero nunca te obsesiones con la perfección. Solo hará que dejes de perseguir metas que realmente querías y podías conseguir aplicando un poco de sentido común a la situación.
En resumen
La perfección es algo al alcance de muy pocos. No digo que sea imposible, pero debemos ser sensatos con nosotros mismos.
Pelea por aquello que deseas, pero permítete el fallar por el camino. Las cosas no llegan por sí solas ni en un camino sin baches.
No te frustres cuando sientas que no avanzas. Mira hacia atrás, y reflexiona sobre todo lo que realmente has conseguido desde el inicio.
Al igual que no revientas todas las ruedas cuando pinchas una, no tires por la borda todo lo que ya has hecho por equivocarte o fallar en ciertos momentos.
Espero que os haya gustado y consigáis alcanzar más objetivos y de una forma más sensata aquello que os propongáis.