Hoy se viene una publicación completita sobre algo que seguro que inunda los temas de conversación estas semanas: la subida de precios, inflación, tipos de interés e hipotecas. Una cadena que hace que la bola de nieve no pare de retroalimentarse.
Y es que si analizamos las principales preocupaciones de la población; estoy seguro de que en su mayoría, los precios e inflación es una de las primeras.
Para controlar la inflación hace falta que los bancos centrales lleven a cabo una política monetaria restrictiva. Es decir, subir tipos de interés para frenar la demanda y así equilibrar la balanza respecto a la oferta.
Y una subida de intereses afecta a las personas que están endeudadas, entre las que se encuentras los hipotecados a tipo variable.
Pero vayamos por partes.
La inflación y subida de precios.
En los comienzos de esta Newsletter, ya se comentó un poco acerca de qué es la inflación como uno de los principales motivos/problemas por los que debemos rentabilizar nuestro dinero.
Puedes leerlo pulsando aquí (pero luego vuelve a esta publicación, que viene muy completita).
La inflación existe y existirá porque el sistema monetario actual funciona así. Cada año se imprime dinero, por lo que a más dinero hay en el mundo, más caras se vuelven las cosas en general.
El problema es cuando la inflación se descontrola y los precios suben como la espuma… Lo que ayer costaba 1, hoy cuesta 2 y corre porque mañana va a costar 3… Una peligrosa bola de nieve difícil de parar.
Para solucionar esto, se llevan a cabo subidas de interés que harán que baje la demanda. Ahora quien quiera vender algo, tendrá que hacerlo a un precio más barato hasta que haya alguien que esté dispuesto a comprarlo.
Por tanto, la demanda baja y ya no se podrán subir tanto los precios; ya que, si hay poca gente que quiere algo, si sube el precio hará que menos gente aún esté interesada.
Por tanto, la inflación y subida de precios se frenan cuando suben los tipos de interés.
Los tipos de interés y el Euribor.
Por si no lo sabes, los tipos de interés son el coste que tiene pedir dinero prestado a otra persona. Cuanto más altos estén los tipos de interés, más les cuesta a las personas pedir dinero prestado y, por tanto; menos personas podrán pedirlo.
El Euribor muestra cuál es ese coste medio de préstamo en el mercado. Lo más común es ver referencias al Euribor a 12 meses.
Este dato es el usado cuando personas y empresas quieren endeudarse, reflejando el coste extra que tendrán que asumir por ese dinero, siendo un porcentaje sobre el total prestado y pagándolo en forma de intereses.
Y la gente puede endeudarse por muchos motivos (algunos inteligentes y otros estúpidos): irse de viaje, comprarse un coche, pagar facturas atrasadas…
Pero si hay algo por lo que la mayoría de las personas se endeudan es por la compra de una casa, cuyo préstamo tiene un nombre especial para ellas, ya que tiene una base legal y un tratamiento diferente debido a la importancia del hogar como derecho fundamental y necesidad básica de las personas.
Las hipotecas.
Todos sabemos lo que es una hipoteca y lo que conlleva. Pero vamos a detenernos en los tipos que existe: hipoteca fija e hipoteca variable.
Hipoteca fija. Aquí sabemos con certeza cuánto nos va a costar pedir ese préstamo, ya que vamos a basarnos en un % fijo durante todo el tiempo que estemos endeudados. Ese % se basa en el Euribor + una parte extra que asumimos por tener esa seguridad durante toda la hipoteca.
Sus ventajas e inconvenientes están claros. Por un lado, podemos hacer una previsión mensual de lo que vamos a pagar, así como evitar problemas en caso de que los intereses suban. Por el otro, pagamos un poco más al inicio y perdemos la oportunidad de pagar menos en caso de que los intereses bajen.
Hipoteca variable. Aquí nos posicionamos en todo lo contrario. Nuestro coste variará en base a si los tipos de interés están bajos u altos. Por lo tanto, no podemos saber con certeza qué vamos a estar pagando en X años, ya que nos moveremos íntegramente por los movimientos del Euribor.
¿Y qué ha sido lo más común estos años atrás?
Hasta hace poco, hemos estado en una situación atípica y anormal: intereses negativos. Prestar dinero te costaba a ti, en vez de a la otra parte.
Yo prestaba 1.000€ y un año después me devolvían 990€. No solo perdía poder adquisitivo durante ese año, sino que encima tampoco recuperaba el capital inicial al completo.
Esto de cara a endeudarse era un chollo. Y de cara a las hipotecas más de lo mismo, ya que el Euribor era nulo y no pagábamos prácticamente nada.
0% interés = Coste 0 = financiación GRATIS.
Y no hay nada que le guste más a una persona que algo gratis. Y esto es lo que pasó con las hipotecas.
Hipoteca variable. ¿Un chollo?
Cuando la gente iba a pedir una hipoteca con los tipos de interés al 0%, se le ofrecen estas 2 variantes (en términos básicos y generales):
Hipoteca fija al 1% de interés.
Hipoteca variable al 0% de interés.
A bote pronto, está claro qué opción escogería la mayoría. Para qué pagar un 1% cuando puedo pagar un 0%.
Cuando va a ser una deuda a corto plazo, y que sabes que vas a tardar poco en devolver no habría problema. Pero cuando hablamos de una hipoteca de miles y miles de euros, sabes que vas a tardar entre 15 y 30 años en devolver de media.
En 15 años pueden cambiar infinidad de cosas, y debido a la falta de educación financiera de la gente, unido a la mala información de riesgos y beneficios de cada opción por parte de los bancos; genera estas cosas.
Se sabía que los intereses negativos eran una situación anómala y que debía de corregirse tarde o temprano.
Al fin y al cabo, la inflación media es del 2% (cosa que vamos a tardar años en volver a ver). Si queremos controlar la inflación, debemos tener unos tipos de interés próximos para tenerla controlada de cerca.
Pero, por motivos diversos, no ha sido así. Hasta que en cuanto se ha roto el primer plato ha acabado explotando y ahora estamos viendo las consecuencias de todo esto.
Ahora la gente se quiere pegar un tiro cuando piensa en por qué no decidió coger esa hipoteca a tipo fijo al 1%.
Y es que mirándolo con perspectiva, si la inflación es del 2%, y el interés que pagas es solo del 1% te estás ahorrando el resto.
La ganga era esa hipoteca a tipo fijo al 1%, y no esa hipoteca variable del 0%, ya que entrabas en asumir riesgos de que pudiera subir en cualquier momento.
Además, el beneficio que tiene la hipoteca variable es que puede que en el futuro bajen los tipos de interés y te beneficies de ello; pero los tipos NUNCA iban a poder bajar más porque ya estaban negativos, y tú como minimo ibas a pagar un 0%.
Por lo tanto, tenías mucho riesgo y ningún beneficio potencial. No existía motivo lógico que pudiera compensar el riesgo que se estaba asumiendo por pagar un poco menos durante X tiempo.
Y ahora están surgiendo los problemas de todas esas imprudencias económicas.
A veces, merece la pena pagar un poco más y tener esa seguridad que te cubra las espaldas. Y más cuando hablamos de importantes cantidades de dinero como son la inversión en una vivienda.
Esperemos que la gente pueda sobreponerse a esta situación. Y, sobre todo, que se haya aprendido la lección y no dejarnos llevar por la avaricia en futuras situaciones.
En resumen
La situación que vivimos actualmente va para largo, es un coctel molotov que ha acabado estallando. Lejos de mejorarse, es probable que aun sigan empeorando las cosas.
Bien por más subidas de tipos (casi que al 100% que va a haber) o bien por el estallido de una recesión financiera.
Entender bien los riesgos y beneficios de las decisiones económicas que tomamos tienen un impacto increíble en los resultados futuros de nuestra economía personal, evitando graves problemas al tomar las decisiones correctas.
La semana que viene veremos como funcionan las hipotecas variables con ejemplos prácticos, y qué opciones existen para intentar paliar los graves daños que están ocasionando a muchas familias debido a las subidas de cuotas.
Como siempre, espero que os haya gustado y os sirva para aprender algo nuevo. Compartidlo con alguien a quien pueda ayudarle estos temas.
Nos leemos la semana que viene.