Este fin de semana estuve tomando unas cervezas con un amigo, y uno de los temas que tratamos fue el de nuestra situación económica, ahorros que teníamos, etc.
Le comenté qué hacía yo para ahorrar y como gestionaba mis gastos. Y la respuesta que me dio no me sorprendió, por desgracia.
El control de gastos.
Siempre he sido una persona muy metódica y cuadriculada. Ya desde antes de empezar a trabajar tenía un Excel muy básico donde iba anotando el dinero que me iban dando mis padres, regalos, etc. y donde lo gastaba.
Así, cuando pasaban unos meses podía ver cuánto había conseguido, cuánto había gasto y en qué. De esta forma podía hacerme una idea de mis ahorros y hacer previsiones de gastos futuros.
Cuando empecé a trabajar creé un Excel más completo donde desgloso el dinero que tengo en cada sitio (en cartera, en el banco y en efectivo en casa)
Hice un listado de gastos que podía tener en el día a día y los agrupaba en categorías (ahorros e inversiones, ocio, cuidado personal, alimentación, gastos de la casa, varios…)
Desglosé mi nómina, destinando un % de sueldo para cada una de ellas según mis ingresos y necesidades de cada cosa. Este es el mío, para que veas un ejemplo:
Ahorros: 30%
Inversiones: 25%
Formación: 10%
Cuidado personal: 5%
Hogar y alimentación: 15%
Ocio: 10%
Varios: 5%
Este listado está dividido en 3 partes.
La primera de ellas y la más importante, ahorros e inversión. Aquí consigo todos los meses meter una parte integra al ahorro (la cuenta del banco aumentará todos los meses esa cantidad) y una parte destinada a inversiones que uso para rentabilizarlo en el tiempo. Esta parte es un ‘‘gasto obligatorio’’ y no está puesto el primero por casualidad. Es el gasto que sí o sí sin discusión tengo que tener todos los meses. Es decir, todos los meses ya tengo un 55% de mi salario gastado, por lo que sólo dispongo del 45% restante. De esta forma me aseguro el poder ahorrar todos los meses sin excepción (salvo grandes imprevistos o gastos que se realicen gracias a esos ahorros previos, como la compra de un coche.)
Luego está una segunda parte donde se encuentras ‘‘gastos’’ de formación (libros, cursos, etc.) y cuidado personal (gimnasio, peluquería, fisio, etc.) En este apartado van inversiones necesarias en mi persona y bienestar. Algo innegociable y que todos deberían hacer. Invertir en nuestra salud y bienestar.
Por último va el apartado de gastos como tal, ya sea en ocio, en gastos del hogar, gasolina, comida, etc.
Hay que tener en cuenta que este listado está creado y adaptado en base a mis condiciones de vida. Soy hijo que aún vive con sus padres, por los que hay muchos gastos de vida que tengo cubierto gracias a ellos, y por lo que puedo destinar a otros destinos como el ahorro.
Si el problema se debe a tus bajos ingresos, haz lo imposible por conseguir mejorarlos. Busca un trabajo mejor recompensado, aprende nuevas habilidades que puedan hacerte ganar dinero, investiga nuevas fuentes de ingreso que estén al alcance de tu mano. El dinero no cae del cielo, hay que sudarlo y luchar por él. En el sofá es raro que consigas un buen trabajo que te de el sustento de vida necesario.
La cuestión aquí no es si se tiene un desglose u otro. El problema es la necesidad de conocer y gestionar donde va tu dinero para poder detectar fácilmente posibles fugas y gastos innecesarios de los que no seas consciente.
Y esta es la decepcionante (aunque ya esperada) respuesta que me dio mi amigo durante las cervezas del fin de semana.
La importancia de gestionar tus ingresos.
Cuando le comenté a mi amigo que tenía un Excel donde iba anotando cada céntimo que gastaba y dónde lo gastaba, me dijo:
Buah… Yo también empecé a hacer eso y duré un mes. Me agobiaba ver los gastos que tenía todos los meses. Así que dejé de hacerlo.
Es mi amigo, y ya conozco su estilo de vida, formas de actuar, comportamientos, etc. Y sabía que el tema económico era algo que no gestionaba muy bien, por desgracia.
Como mi amigo hay multitud de personas que actúan igual. No llevan un control de los gastos que tienen, por lo que no saben qué están ahorrando o dónde se está yendo su dinero.
Mis padres todas las semanas hacen un listado de lo que han gastado (gasolina, supermercados, compras, etc.) y saben ver fácilmente si un mes ha aumentado el gasto en algún sitio en específico o ha habido algún gasto extraordinario.
Quizás de verlos a ellos hacer esto durante toda mi vida he heredado ese buen hábito. Y agradecido que estoy.
Volviendo a hablar de mi compañero, le pregunté si sabía decirme cuánto dinero se había dejado en ocio durante las navidades, ya fuesen regalos, comidas, videojuegos, etc.
Obviamente supo decir algunos porque se acuerda de lo que ha comprado a otras personas, pero fue incapaz de darme una cifra a lo que se había gastado en juegos o en salidas y tapeos.
Yo fui capaz de decirle exactamente cuánto me gasté en cada salida que tuve, y el margen que tenía para salidas extras (Si un mes gasto menos de un 10% en ocio, ese dinero lo acumulo para poder gastarlo en ocio en el futuro).
Yo puedo comprender que mucha gente vive al día, los gastos les abordan y cualquier imprevisto les mete en un problema (como una avería del coche o un gasto médico).
Pero lo que no puedo llegar a comprender es por qué no se lleva un control de los gastos, para saber si se están haciendo bien las cosas o no.
Lo mismo se está destinando demasiado en ocio y diversión y habría que recortar y ser conscientes del consumo impulsivo de compras online y salidas…
Pero no se puede mejorar algo que no estás controlando.
En resumen
Si lo que ahorras es lo que te sobra a final de mes, vas a ahorrar bastante poco; porque van a ir surgiendo gastos y compras que acaben por consumir todo tu salario.
En cambio, si el ahorro es tu primer gasto; ya estás iniciando el mes con una parte ahorrada; y con el resto es con lo que realizas los gastos de la vida en general.
Cada persona es un mundo, con sus circunstancias y problemas. No todas podrán ahorrar lo mismo, pero no ponerse un objetivo mínimo de ahorro (aunque sea un 5%) provocará que tengas una vida al día y te encuentres con problemas económicos cada dos por tres.
Controla tus gastos, esto te ayudará enormemente a saber en qué se está destinando cada € de tu sueldo. Así podrás detectar gastos que puedes reducir o eliminar.
Espero que esto os ayude de algún modo a mejorar el control de vuestras finanzas. El secreto de una buena economía está en tener un buen control y previsión de los ingresos y gastos.
Si os ha gustado, comparte esta publicación con amigos o conocidos a los que le pueda interesar.
Nos leemos la semana que viene.